Trabajar con o sin contrato inmobiliario



Esta es probablemente una de las preguntas más comunes que me han hecho desde que me dedico a la intermediación inmobiliaria.

La palabra "contrato", puede sonar un poco terrorífica para algunas personas. Algunos usamos el término "acuerdo", que suena un poco más ligero, pero en cualquier caso, es exactamente lo mismo.

En este post, quiero mostrarte la diferencia entre trabajar con tu agente o asesor inmobiliario teniendo como base un acuerdo escrito y no hacerlo.

Siempre serás tú quien decida la forma en que deseas trabajar; sin embargo te invito a sacar tus propias conclusiones una vez que termines de leerlo.

1.- Como comprador:


Imagina que tienes una cantidad "x" de dinero que te has ganado con mucho esfuerzo y deseas invertir en un inmueble para brindar un hogar a tu familia.

Comienzas a buscar y encuentras un agente inmobiliario que te ofrece una propiedad adaptada a tus requerimientos, pero resulta que este agente no tiene una autorización de venta por parte del propietario.

¿Qué pensarías al respecto?

Indudablemente, esto puede prestarse para dos alternativas:

🔹a. No es un agente profesional o se trata de un aficionado.
🔹b. Se trata de un estafador que quiere embaucarte y hacerse con tu dinero.

En ambos casos, hay un riesgo, verás:

En el primero, puede que se compliquen los trámites de la negociación debido a la falta de conocimientos por parte del agente o asesor que has decidido contratar.

En el segundo, puedes ser víctima de un fraude inmobiliario, uno de los delitos más comunes en el mundo.

Ojo: Estas no son reglas estrictas, pero influyen bastante.

Por otro lado, encuentras un agente que te muestra una autorización (contrato), firmada por el dueño del inmueble en cuestión, con documentos de identidad de cada uno y datos de contacto.

¿En cuál de los dos confiarías?

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2.- Como vendedor o arrendador:


Tienes un inmueble que necesitas vender o alquilar y autorizas solo de palabra a un agente o un asesor inmobiliario para que realice dicha gestión, ofreciéndolo a sus clientes. El agente acepta ya que está acostumbrado a trabajar de esa manera.

¿Cuál es la gestión que realizará este agente o empresa? 

¿Qué se compromete a hacer para que tu inmueble sea vendido o alquilado? 

¿Por cuánto tiempo tomará ese compromiso?

En el acuerdo de intermediación se establecen las respuestas a las preguntas anteriores, agregando también el hecho de brinadrle una mayor confianza al comprador, como lo explico más arriba.

Pero, por otra parte, aparece un asesor o agente que te muestra argumentos sólidos y te explica todo lo que se comprometerá a hacer no solo de palabra, sino también por escrito para lograr cerrar la operación.

Incluso, puede estar dispuesto a no trabajar si no se hace de manera formal.

Nuevamente te pregunto ¿Cuál de los dos te resulta más confiable?

Saca tus conclusiones:


En el contrato o acuerdo de intermediación inmobiliaria, se establecen por escrito los deberes y derechos de ambas partes para que la operación que deseas realizar, se logre en buenos términos.

Además, la implementación de acuerdos de intermediación entre el agente y el propietario, denota honestidad, ética y profesionalismo al momento de realizar alguna operación inmobiliaria.

En cualquier caso, siempre serás libre de decidir cómo hacerlo, desde mi punto de vista estas son las diferencias (abismales) que existen entre trabajar con o sin contrato de intermediación.

Espero que este post haya esclarecido un poco tus dudas, si ha sido así, te invito a compartirlo.

Y si deseas contratar a un agente inmobiliario profesional, puedes contactarme, estoy a tu servicio.